martes, 13 de marzo de 2012

Tarea nº3

Statu Quo

Hoy es uno de esos días en los que te encuentras solo, que aunque tengas a alguien ahí siempre para apoyarte, ayudarte y sacarte una sonrisa, te sientes solo. No sabes por qué te sientes así por mucho que lo pienses, ¿es por tus amigos? ¿La uni? ¿Es por esa chica?... Quién sabe.

La verdad es que a mí ahora mismo me gustaría poder sacar de nuevo esa sonrisa que yo tenía siempre en la cara, me gustaría hacer reír a mis amigos como siempre hacía, y poder reírnos recordando los mejores momentos del verano, pero a mí ya no me sale tan fácilmente esa sonrisa... No se me ocurren cosas para hacer reír a la gente... Y no tengo ganas de recordar los buenos momentos porque siempre se me vienen a la cabeza los malos... Aquellos días en los que lo he pasado tan mal pensando en esa persona, en la persona que más he querido en la vida. Cada lágrima que cae de mis ojos es una pequeña parte de mi tristeza y de lo que de verdad siento por dentro. He intentado que no se me note, pero he llegado a un punto en el que es imposible ocultar lo que siento...

A veces, si no llega a ser por ellos, no sería capaz de reírme, de divertirme, de hacer lo que mejor se nos da... Pero ahora mismo creo que ni ella podría hacerme feliz. Hay días en los que no sé si es mejor contárselo todo a mis amigos o simplemente esperar a que el tiempo ponga las cosas en su sitio... A lo mejor estoy así por mi inseguridad, o por las dudas que tengo de vez en cuando en la cabeza. Pero ¿por qué siempre me pasa eso? No sé, pero siempre es la misma historia, cuando llego al punto de querer tanto a esa persona, siempre llegan las dudas... Son dudas pasajeras, que igual que vienen, se van. Pero así, día tras día hasta que no puedes más y se lo cuentas a tus personas de confianza esperando una respuesta que te ayude. Esas personas te ayudan o te intentan ayudar y casi siempre lo consiguen, pero esta vez no es así, porque cada cosa que veo, que escucho, que siento, me recuerda todos esos momentos que pasé. Ahora que por fin creí que estaba mas o menos bien, me equivoqué. Espero que esto sea una mala racha, sin más. Puede que haya gente que piense que no tengo porqué estar así, porque tengo a gente que me quiere, que me ayuda, que me trata de hacer feliz... Pero es un sentimiento que no se puede evitar, que cuando llega a lo más profundo de tu corazón permanece ahí toda la vida aunque a veces se esconda entre sentimientos felices, pero siempre, siempre acaba apareciendo de nuevo.

Puede que esté madurando, si es así quiero seguir siendo siempre un niño, el niño que he sido siempre, el niño que se reía sin parar, el niño que siempre estaba feliz y nunca lloraba por esa persona.

Tarea nº2

Conferencia de Consuelo Treviño

¿Qué decir de esta maravillosa colombiana? Por ejemplo, que en dos horas indujo, por lo menos a mí, a plasmar las pasiones, las emociones, los sentimientos internos, las vivencias diarias, o unas meras aventuras inventadas en el papel, un papel que debemos tratar como si fuese un lienzo en blanco en el cual crear nuestra propia obra de arte, porque es un arte tener la capacidad de escribir todo eso. Que no hay que tenerle miedo a escribir, que nadie nace siendo un bestseller, hay muchos tipos de escritores y que con práctica todo mejora. También es importante leer, leer mucho, para así nutrirse de cultura y poder avanzar en la escritura. Leer expande la mente y te abre nuevos horizontes, los cuales podrás utilizar para usar bien la pluma.

Me llamó mucho la atención un término que utilizó: 'sintaxis de las emociones'. ¿Qué quiso decir con éso? Nada más nombrarlo mi mente se disparó, empecé a cavilar intentando sacar una conclusión clara. Lo más parecido a éso, después de dar bastantes vueltas, fue llegar a entender que el lenguaje es algo especial, un método con el cual poder expresar todas nuestras cosas internas y externas. El lenguaje es algo más: arrastra emociones, olores, sensaciones... y con él podemos plasmar todo ésto en un papel mediante una secuencia de palabras.

Muy loable por parte de Consuelo, es el traslado que hizo a nuestro país y dejar allí a su familia, para venir a formarse y llegar a triunfar como lo ha hecho en este campo, su campo. No perdió la motivación a pesar de estar lejos de los suyos y trabajó y trabaja muy duro en hacer lo que más le gusta: escribir.

Por último, recordar el consejo que nos dio: no escribir un libro de un tirón, hay que darle alguna pausa para después releerlo y comprobar si está bien lo escrito o si lo escribiste en ese momento sin cavilar detenidamente esa frase o ese párrafo y necesita un cambio o ser suprimido directamente. También, que hay que dejar a algún amigo, y entendido en escritura, lo que vayamos escribiendo de nuestra obra, para que compruebe la verosimilitud de lo escrito y lo acuchille todo si hace falta.